14 mujeres. Todas desconocidas… nos encontramos la primera noche en Nueva Delhi y pusimos nombres a las caras. Juntas emprendimos el camino hacia las entrañas de Agra, Jaipur… conociendo las maravillas de India y también sus sombras. Varanasi nos sorprendió! Fue un espejo crudo de una realidad alucinante, muy diferente a nuestra cultura… reímos, compartimos, lloramos, nos emocionamos… profundos silencios. Bali nos divirtió y nos abrió sus puertas para descansar de ese tsunami que fue India. Cada una con una idiosincrasia diferente pero donde el respeto, la fraternidad y el cariño fueron nuestro común denominador… 14 felices!! Cada una volvió a su casa con su esencia más potenciada, más reluciente y más feliz!!! Gracias por tanto!! Me enseñaron a ser más humilde y más agradecida…Este viaje fue único… más allá de los hoteles, la gastronomía o los tours, hubo un condimento especial: el valor humano de las organizadoras. Esa sensibilidad, ese mirar al prójimo, cuidandonos siempre. Hizo la diferencia para que este Comer, rezar y amar dejase huellas en nosotras…