Qué ver en Vietnam
Por *Carina Fossati
Con más de dos mil islotes, Ha Long Bay suele ser la primera imagen que viene a la mente del viajero al pensar en Vietnam. Esta bahía figura en la lista de las siete maravillas naturales del mundo y es posible conocerla mediante un tour de un día desde Hanoi pues está a solo 170 kilómetros al este de la capital, pero les recomiendo recorrerla en una embarcación que ofrezca pasar una noche a bordo ¡Amanecer visualizando ese paisaje desde la ventana del camarote les quedará grabado en la memoria!
En mi caso pasaron varios años entre que supe de su existencia y por fin la pude conocer. La mayoría de las personas que hacen los programas de un año de Visas Working Holiday en Australia y Nueva Zelanda suele pasar unos meses recorriendo el Sudeste Asiático, pero cuando yo me tomé un año sabático para vivir esa experiencia (2012-2013) terminé tan fascinada con el trabajo que había conseguido –fotógrafa en una compañía de barcos que hacía paseos turísticos, incluyendo nadar con delfines- y el grupo internacional de amigos que había formado, que fui postergando mis “vacaciones de las vacaciones” para después y al final quedaron en el debe.
Ha Long Bay
El sueño se materializó el año pasado, gracias a la invitación a un viaje de prensa para conocer ese destino, y fue de esos casos en los que la realidad supera las expectativas, por más altas que sean. ¡Creo que solo por Ha Long Bay ya hubiesen valido la pena los casi dos días de vuelo!
Hoi An
Con Hoi An –un pintoresco pueblito que está en el medio Vietnam- me sucedió algo diferente. Fui sin expectativas. Incluso estuve a punto de no incluirlo para evitar tanto traqueteo de aviones hasta que (afortunadamente) escuché los consejos de amigas viajeras. Con un centro histórico peatonal decorado por miles de lámparas de colores con forma de globo aerostático, que desde 1999 integra la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, se convirtió ni bien pisarlo en mi rincón favorito de Vietnam. Puede haber influido también que los suburbios de Hoi An tienen playas de agua turquesa, ideales para refrescar y recargar energías durante un viaje al húmedo y caluroso sudeste.
Hanoi y Ho Chi Minh City
Sobre las caóticamente vibrantes Hanoi y Ho Chi Minh City (ex Saigón) el primer recuerdo que me viene a la mente es una orquesta perfecta de motos que parece obedecer a un orden interno. El primer día estuve 10 minutos parada en una esquina hasta que un amable vietnamita –¡si, son muy amables!- se apiadó de mí, me agarró de la mano y me ayudó a cruzar. Luego aprendí la “técnica”: largarse nomás (haya motos o no) a paso lento y constante, pues son ellos los que te sortean y no a la inversa. La clave está en no detenerse, pero tampoco correr.
Tanto en Hanoi (que fue la capital del norte comunista durante los 20 años en que el país estuvo dividido) como en Ho Chi Minh City (ex capital del sur capitalista) se puede encontrar aún vestigios del pasado vietnamita colonia francesa -ambas tienen, por ejemplo, su versión local de la Catedral de Notre Dame– pero también centenas de pagodas budistas, religión que practica aproximadamente el 50% de la población.
Etnias y lenguas de Vietnam
El país tiene una población de más de 95 millones (según censo de 2017) y la mayoría de quienes habitan en las grandes ciudades pertenece a la etnia Kinh, también llamada Viet, que da nombre a la nación. Pero conviven otras 53 etnias, entre ellas la Thai, la Mong y la Giay, cada una con su propia lengua, escritura e identidad cultural. La mayoría vive en aldeas de las zonas montañosas, agrupados para preservar sus tradiciones. Conocer los campos de arroz escalonados en terrazas, recorrer en bicicleta las plantaciones de té y disfrutar de algún espectáculo de danzas tradicionales son algunas de las experiencias que tuve la fortuna de disfrutar en su compañía.
Gastronomía en Vietnam
Mención aparte merece la gastronomía vietnamita, que a pesar de lo que podemos suponer, no suele ser picante. De hecho no acostumbran condimentar las recetas sino colocar sobre la mesa pequeños bowls con salsa de soja y otros aderezos, para que cada comensal se sirva a su gusto. Como los platos principales también se colocan en el centro, se le entrega a cada persona un recipiente más pequeño y un par de palitos. También suelen ofrecer cuchara y tenedor para los turistas poco hábiles con estos utensilios. Lo que pocas veces verán es un cuchillo, dado que las preparaciones ya suelen llegar a la mesa cortadas en trozos pequeños.
Un menú típico suele estar compuesto por al menos dos tipos de carnes –las más frecuentes son cerdo, pollo y pescado-, alguna tortilla, rollitos vietnamitas elaborados con masa de arroz, ensalada de bambú, verduras cocidas, una sopa y el infaltable arroz blanco aglutinado, que utilizan tanto como nosotros al pan.
Como bienvenida o cierre, se realiza un brindis con vino de arroz exclamando al unísono “chuc suc khoe” (salud) o “mot, hai, ba, ¡dzo!” (uno, dos, tres, ¡chinchin!). Otras palabras útiles para las viajeras serán “sin chao” (hola), “cam on” (gracias) y “tam biét” (adiós).
Este es mi resumen de lo más destacado para ver en Vietnam, ¡Las esperamos en nuestro próximo viaje!
* Carina Fossati es la periodista creadora del blog de viajes y turismo Hills To Heels (www.hillstoheels.net).