Viajar después de los 40
Por Cynthia Valenti
Tengo 46 años y mis hijos 19 y 17 años. Trabajo como agente de viajes y soy hija de un agente de viajes también. Por esto, la vida me llevó a tener distintos viajes y en cada uno de ellos distintas emociones.
Cuando mis nenes eran chicos no me gustaba viajar y dejarlos. Significaba perderme cosas del día a día, entonces, si podía los llevaba a viajes de trabajo o de vacaciones si era posible. Al haberme separado de mi esposo todo se complica un poco más.
Dicho esto, voy a hablarles de dos tipos de viajes cuando tenes 40 años. Uno es acompañada y el otro sola.
Viajar con hijos a los 40:
En agosto hice un viaje con los chicos a Sudáfrica. El hecho de estar los 3 solos lejos de casa hizo que el viaje fuese mágico. Compartimos planes de ruta, nos perdimos por caminos y nos volvimos a reencontrar. Cada uno se metió en su mejor rol para llegar a cada destino y sacarle el mejor provecho al lugar! A mi me tocó manejar las rutas de sudáfrica, mi hijo Ramiro hizo de co-piloto mientras que mi hija Julieta fotografiaba los caminos.
Creeme, no hay nada cómo viajar con tu mejor compañía. Ya sean tus hijos, tu pareja, amigas o quien sea, son ustedes contra el mundo. Y eso es lo que lo hace tan especial.
Ver como cada uno de desenvuelve en tierra desconocida es admirable, y a veces hasta gracioso.
Viajar sola a los 40:
Por otro lado, viajar sola es un momento muy íntimo. Es una oportunidad que nadie se puede perder: viajar sola aunque sea una vez en la vida, a cualquier edad, aunque sea a 100 km de tu casa, a algún lugar que no conozcas y mínimo una semana. Sola vos y tu alma.
Yo lo hice a los 30. Mi primer viaje fue a bucear a varadero y Cayo Largo en Cuba. Ahora con 46 años una ya tiene una valija cargada de vida. Cosas lindas y feas por las que pasaste. Caminos y personas que quizá vuelvas a recorrer y algunas que jamás volverás a encontrar. Seguramente tengas hijos grandes, casi empezando a volar solos y una vida super encaminada. Mi recomendación: viajá super liviana de equipaje! Todo fluye y podés dejarte llevar.
Cuando viajas sola sos vos y el mundo, te vas a perder y encontrar mil veces. Te conoces y desconoces mil más. Vas a tener momentos de soledad perfectos para reflexionar, frenar y pensar tu siguiente ruta. Para plantearse cambios, recargar baterías y hasta mirar tu vida desde otra perspectiva.
Algo que es cierto es que conocer otras culturas te hace descubrir partes de vos misma que estaban dormidas. Partes a las cuales te tienes que adaptar y dar un lugarcito. Viajar con vos misma es un viaje más difícil, se mezclan muchas emociones, y más en viajes largos. Extrañas, olvidas y valoras. A veces tenes que transar con vos misma para sentirte bien. Después de un tiempo el miedo a lo desconocido desaparece, te conoces a vos misma en tu soledad, en tu comodidad y en la manera de viajar que va con tu forma de ser.
Ahí es cuando la empiezas a pasar increíble!! Cuando no paras de caminar hasta llegar muerta a tu alojamiento, te quedas tirada en una plaza leyendo un libro o tomando un helado. Ahí es cuando te sentís parte de otra ciudad. Y eso es gracias a vos.
Una cosa que deje clara es que amo viajar. Cualquier forma de viaje me apasiona y por eso amo tanto a mi otro bebe, Locas por el Mundo. Porque es viajar sola con mujeres que te potencian y vibran en tu misma sintonía.
Lo último que tengo para decir es que viajar sola o viajar en grupo después de los 40 es una experiencia que te va a llenar el alma de personas y lugares que jamás vas a poder olvidar. Animate!